miércoles, 3 de diciembre de 2008

respiracion y deportes extremos


Mecanismos de la respiración

Los cambios en el volumen de la cavidad torácica son las responsables de la variación en la presión de los pulmones, estos cambios son inducidos por la contracción y la relajación del diafragma muscular y de los músculos intercostales. Inhalamos contrayendo el diafragma en forma de cúpula, que aplana y alarga la cavidad torácica y contrayendo los músculos intercostales, que empujan la caja torácica hacia arriba y hacia fuera. Estos movimientos agrandan la cavidad torácica; dentro de ella, la presión disminuye y el aire entra en los pulmones. El aire es forzado a salir de los pulmones cuando los músculos se relajan y el sistema vuelva a su equilibrio, reduciéndose el volumen de la cavidad torcida. El sentido del flujo aéreo en las vías respiratorias depende de la diferencia de presión entre el alveolo y la atmósfera. Cuando la presión alveolar es mayor que la presión atmosférica, el aire sale y se produce la espiración. Cuando la presión alveolar es menor que la atmosférica, el aire fluye hacia adentro y ocurre la inspiración. Este proceso cíclico, que es la base de la ventilación, se halla bajo el control del sistema nervioso autónomo. Para comprender la mecánica respiratoria, podemos considerar al tórax como un sistema de dos resortes o tensores que hallan su equilibrio al final de una espiración normal (no en el caso de una espiración forzada). Uno de los tensores representa al pulmón y el otro a la caja torácica con las costillas articuladas a la columna vertebral y sus músculos asociados. Los alvéolos pulmonares se hallan cubiertos por una delgada capa de agua que evita la deshidratación de sus células epiteliales. Esta capa liquida genera presión superficial que, debido a la forma casi esférica del alveolo, tiende a llevarlo al colapso y a vaciarse de aire. Así, la fuerza resultante de las tensiones superficiales de la totalidad de los alvéolos constituye al componente elástico del tensor pulmonar, denominado fuerza elástica pulmonar o FEP que tiende a vaciar el pulmón de aire. El `pulmón, bajo la influencia de la FEP, alcanza su estado de equilibrio con el vaciamiento o deflación total de la aire. El epitelio de los alvéolos secreta un factor surfactante que disminuye la tensión superficial y permite una capacidad de distensión mayor. Por otra parte, el tórax presenta una fuerza elástica torácica o FET, que es el resultado de su forma y de la suma de las tensiones musculares asociadas (músculos intercostales, diafragma y músculos respiratorios accesorios). La FET se contrapone a la FEP ya que tiende a distender el tórax. Como el pulmón se halla en la cavidad pleural recubierto y separado de las paredes torácicas por las membranas plurales, existe entre estas un espacio virtual que contiene una pequeña cantidad de líquido lubricante que minimiza el rozamiento del pulmón contra las paredes torácicas. La acción de la FEP y la FET determina que en la cavidad intrapleural, existe entre estas un espacio virtual que contiene una pequeña cantidad de liquido lubricante que minimiza el razonamiento del pulmón contra las paredes torácicas. La acción de la FEP y la FET determina que en la cavidad intrapleural se produzca una presión inferior a la atmosférica en el estado de equilibrio, a la que denominaremos presión negativa. Las variaciones de esta presión llevan a la inflación y la deflación del pulmón durante el ciclo respiratorio. Así, cuando por acción muscular (principalmente por contracción del diafragma) durante la inspiración aumenta el volumen de la caja torácica, también se incrementa transitoriamente la magnitud de esta presion negativa, se vence la FEP, se distiende del pulmon y se genera presion negativa en los alveolos. Esta diferencia de presion entre el exterior y el interior del alveolo permite que ingrese aire hacia el interior del pulmon. En cambio, en la espiracion, al cesar la descarga neuronal que provoca la contracción del diafragma, el torax vuelve a su posición inicial por efecto de la FEP –que aumento ante la distensión pulmonar-.en este caso, se ejerce una presion positiva en el alveolo, el gradiente de presion se invierte y el aire sale. A medida que esto ocurre, la FEP va decreciendo hasta volver al equilibrio. Esto implica que siempre queda un volumen de aire en el interior del pulmon, aun cuando se haya espirado en forma forzada. Este volumen de aire se llama volumen residual. Si por alguna razon se perfora el pulmon se produce una comunicación con el espacio plaural, el aire sale de las vias respiratorias y anula la presion negativa existente. Asi, se anula tambien la interrelacion entre la FEP y la FET, lo que deja al pulmon bajo la completa influencia de la FEP, provoca su colapso y anula su capacidad de ventilación. Esto se conoce como neumotórax, una complicación de gran importancia en los casos de politraumatismo. Helena (Curtís): (2000). Biología (6ª edición). : Editorial medica, panamericana.






Deportes Extremos y Respiracion

Sabemos que los deportes extremos exigen, además de una buena preparación corporal, un alto nivel de concentración. La práctica ortodoxa de SwáSthya, el Yôga Antiguo, ayudan para la preparacion fisica y mentalde estos deportes, etas practicas incluye ocho modalidades de técnicas, de las cuales especialmente dos son sumamente útiles para desarrollar estos deportes.

1-Ásana: técnica corporal firme y agradable

Proporciona un gran aumento de flexibilidad articular, fuerza, elongación y equilibrio. Y lo más importante para cualquier deporte es que desarrolla conciencia corporal. De esta forma, el deportista logra administrar la fuerza y la energía empleada, reducir el riesgo de lesiones y acelerar el aprendizaje de cualquier técnica deportiva.

2-Pránáyáma: expansión de la bioenergía a través de respiratorios.

A través de esta técnica se consigue un gran incremento de la vitalidad, reducción del cansancio y administración del stress.

El aumento de la capacidad pulmonar permite una mejor oxigenación, no sólo muscular sino de todo el organismo, y en consecuencia una mayor resistencia.

Existe una clara relación entre la respiración y el estado emocional. Hay ejercicios específicos de pránáyáma que contribuyen al dominio de las emociones y de la actividad mental.

Ante una situación de alto stress o generadora de miedo, el corazón se acelera, la respiración se agita y la adrenalina irrumpe en el torrente sanguíneo provocando palpitaciones y sudoración. Es en esos momentos cuando el atleta o el deportista utilizan pránáyáma para recobrar rápidamente su ritmo normal.

Esto puede ser de gran ayuda en momentos previos a una competencia deportiva o ante situaciones de riesgo que pueden darse al escalar, al estar a gran altura o al surfear una gran ola.

Ásana: técnica corporal firme y agradable

Proporciona un gran aumento de flexibilidad articular, fuerza, elongación y equilibrio. Y lo más importante para cualquier deporte es que desarrolla conciencia corporal. De esta forma, el deportista logra administrar la fuerza y la energía empleada, reducir el riesgo de lesiones y acelerar el aprendizaje de cualquier técnica deportiva.

Pránáyáma: expansión de la bioenergía a través de respiratorios.

A través de esta técnica se consigue un gran incremento de la vitalidad, reducción del cansancio y administración del stress.

El aumento de la capacidad pulmonar permite una mejor oxigenación, no sólo muscular sino de todo el organismo, y en consecuencia una mayor resistencia.

Existe una clara relación entre la respiración y el estado emocional. Hay ejercicios específicos de pránáyáma que contribuyen al dominio de las emociones y de la actividad mental.

Ante una situación de alto stress o generadora de miedo, el corazón se acelera, la respiración se agita y la adrenalina irrumpe en el torrente sanguíneo provocando palpitaciones y sudoración. Es en esos momentos cuando el atleta o el deportista utilizan pránáyáma para recobrar rápidamente su ritmo normal.

Esto puede ser de gran ayuda en momentos previos a una competencia deportiva o ante situaciones de riesgo que pueden darse al escalar, al estar a gran altura o al surfear una gran ola.